Frases en cthulkug I

viernes, 27 de noviembre de 2015

Hola a tod@s,

Esta es una entrada muy especial, en primer lugar porque va destinada, especialmente,  a todo aquel que haya leído o lea mi novela Azul, el poder de un nombre. Samidak o todo aquel que tenga algún interés en aprender algo de cthulkug, la lengua empleada por una de las razas creadas por mí y que habitan en una parte del universo de Azul. Y en segundo lugar, porque es la primera entrada que incluye transcripciones del cthulkug. Algunos de mis lectores me han pedido que, atendiendo a las propias notas de autora de mi novela, publique tres frases significativas que aparecen en Azul, el poder de un nombre en forma fonética, atendiendo al cthulkug en que se expresan, pero no de forma escrita. Los cthulkugs utilizan una escritura cuneiforme, cuyo abecedario ya está expuesto en la página "Gramática cthulkug" de este blog. Y aquí os dejo ahora las tres frases prometidas, con su significado en castellano, su fonética en cthulkug y, por supuesto, su escritura cuneiforme correspondiente. Prometo más entradas de este apasionante idioma. cuyo aprendizaje recomiendo a todo aquel amante de la lingüística o aventurero dispuesto a viajar por los confines del universo.

1. "Asidimar Cthulkug Frantidavsa" (Propiedad del Imperio Cthulkug)



2. "Tor-alemei es netirak dou hachetisu sodarak pilerk yu" (Que el brillo de una hacheti sea mi única luz)





3."Tor-alemei dorak yu as deis nirimarsais" (Que mi fuerza sea la de los árboles)





GALATEA

viernes, 20 de noviembre de 2015


Ficha bibliográfica:

 Título: Galatea


Autor: Melisa Tuya


Editorial: Lapsus Calami

Precio: 14 €

 Sinopsis: ClaX, un modulo, un androide de última generación, es vinculado a una niña de 8 años, hija de un matrimonio de clase privilegiada (unidos por compatibilidad genética alta) del planeta Nueva Europa. La misión de ClaX es ser el compañero, cuidador y maestro de la niña durante los 12 años que durará el viaje a bordo de la nave Pegaso con destino a colonizar el planeta Galatea. La niña es sólo una de los casi 6000 pasajeros más, todos niños de la misma edad (exceptuando la tripulación), que parten sin sus familias, con la sola compañía de sus módulos y con el objetivo de llevar la vida al nuevo mundo del gobierno de la Comandancia llamado Galatea. Tras esos 12 años de viaje espacial, ClaX y la niña, ya mujer, han desarrollado un vínculo férreo extraordinario que les convertirá en almas inseparables, para desgracia de todo aquel que pretenda amenazar su unión y supervivencia...
 


En 1942, Isaac Asimov publica el relato Círculo vicioso, que posteriormente será incluido en su afamada antología Yo, robot. En este relato, Asimov expone por primera vez sus tres leyes de la robótica, unas normas que, no sólo regirán a la mayoría de los robots que aparecen en sus novelas y cuentos, sino a otros muchos creados por distintos autores de ciencia-ficción. Dichas leyes son:
1.     Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2.     Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
3.     Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.

Asimov tenía la creencia de que los robots inteligentes serían uno de los grandes logros del futuro y una gran ayuda para el avance de la raza humana. Él no sentía miedo ante el desarrollo tecnológico y sus posibles consecuencias negativas dentro de nuestra sociedad, no veía nada reprochable en que creáramos vida artificial y ejerciéramos de pequeños dioses. Por supuesto, su visión optimista contrasta con la otra que tantas buenas historias nos aporta, en la que los robots no ejercen como amigos-esclavos de los hombres, sino que se rebelan ante su creador, de una manera más o menos violenta.
Personalmente, encuentro las tres leyes aburridas para cualquier robot que se precie como ente inteligente y agradezco toda inteligencia artificial que rompa estos preceptos, aunque no me gustaría conocer a ninguna que lo hiciera. Pero si no fuera por mis queridas "maquinas humanas", dudo mucho que RD-D2 fuera un héroe, que Rick Deckard soñara con ovejas eléctricas, que Bender bebiera cerveza y que Terminator volviera una y otra vez. Y por supuesto, dudo mucho que ClaX, el maravilloso módulo robótico de Galatea  pudiera desear ser humano, conseguirlo y rechazarlo a la vez.

He de confesar que no decidí leer Galatea por su argumento, si bien suele ser este el motivo que más me incita a leer un libro u otro. Lo cierto es que aunque soy una gran aficionada a la ci-fi, no acostumbro a cultivar mucho en mis lecturas aquellas cuyo principal protagonista es un robot con pretensiones humanas, pues siempre tiendo a deprimirme perdida en las reflexiones filosóficas-éticas de este tipo de historias y en la desmoralizadora visión de la raza humana. No puedo negar que mi novela favorita de este tipo es ¿Sueñan los androides con ovejas mecánicas?, popularmente conocida como Blade Runner. Una historia cuyo final demoledor, años después de su lectura, aún trato de masticar y digerir. 
Mi admiración por esta novela me condujo hace unos años a leer la decepcionante Lágrimas en la lluvia de Rosa Montero, autora que revivió en su novela a los replicantes sin mucho atino por su parte y con una resolución de la trama policiaca al más puro estilo Scooby Doo. Así que tras aquel mal trago, desde luego los robots de Galatea no eran suficiente reclamo. Pero una lectora-escritora de mi género no podía dejar de leer una historia de ci-fi escrita por una mujer, española y encima novel. Sentía una enorme curiosidad hacia su lectura y una mayor ansiedad para que ésta no me defraudara, cosa que, desde luego, no pasó. Galatea es una lectura trepidante que reúne en sus páginas muchos de los más característicos elementos propios de la ci-fi más clásica, sin por ello carecer de frescura y elegancia. No sólo plantea varios debates esenciales en la ci-fi más pura, polémicas claves en bioética como la eugenesia, los límites de la inteligencia artificial, ¿en qué momento dejamos de seres humanos para creernos algo parecido a dioses inmortales?, ¿puede una máquina compleja adquirir sentimientos propios de los humanos?.. Además también es una historia con varios momentos de acción bien desarrollados.
No quiero hacer spoiler de esta novela, pero sorprende cómo la empatía, uno de los sentimientos más propios de un ser vivo coherente, de la que carece la humana protagonista, va a ser poco a poco cosechada por ClaX para culminar en su acto final, cierre perfecto a este gran drama humano.
A resaltar, igualmente, la prosa de Melisa Tuya, ágil y clara, que junto a lo narrado consigue una perfecta simbiosis.


Galatea es también una novela de personajes, fuertes e interesantes. Empezando por la protagonista que carece de nombre, la autora ha decidido no dárselo, y también carece de otros atributos que debería poseer por su naturaleza humana. Es un personaje cruel y antipático, porque tiene que serlo, de otra manera no podría llevar el peso de la historia, ni podría ser creíble toda la trama. De ClaX, el módulo robótico principal, vinculado a nuestra protagonista, no puedo añadir nada sin decir todo, así que lo mejor es que lo descubráis con la lectura. Pero hay muchos más personajes bien trazados que enriquecen la historia: Duncan, su hermana Lola, Cala, Eric Joupé... Toda una caterva de robots y humanos que nos incitan a reflexionar sobre la condición humana.

VALLADOLID Y SUS PRIMERAS CyLCom

martes, 10 de noviembre de 2015




Hola gente, hoy os traigo una entrada muy especial, no
se trata de ninguna reseña, ni de ninguna cosa que se parezca a otras que he subido hasta el momento en esta página. Hoy os presento la crónica de mi visita a Valladolid y mi primera presentación de Azul, el poder de un nombre. Samidak. Os advierto desde ya, porque a lo mejor se os hace cansino leer mis peripecias de autora novel, pero es que me hacía mucha ilusión narrar mi viaje y mi maravillosa experiencia, aunque suene a madre pesada que pone fotos de su precioso primer hijo. Sois libres de continuar leyendo o de pasar a otro blog con reseñas actuales o recomendaciones provechosas e interesantes...


Seré franca, hace cosa de quince días no tenía ni la más mínima intención de hacer mi primera presentación tan pronto en el tiempo, ni tan lejos de mi Madrid-Getafe (lugar de residencia) donde no podría arroparme ni uno sólo de mis amigos o conocidos cercanos. Pero dio la casualidad de que me junté con unos días de vacaciones y de que estos coincidían con las primeras jornadas CyLCom de Valladolid, dedicadas a la literatura de terror, ci-fi, fantasía... Como buena amante del género, decidí que era el momento ideal de pasarme por Valladolid, que aún no lo conocía, y ver de paso sus magníficas librerías.
Mi sorpresa fue enorme cuando, hablando con mi editora en Éride, me comentó que podía presentar allí mi libro gracias a la invitación del también escritor Dioni Arroyo Merino. No tardé nada en contestarle que por mi parte encantada y acto seguido en mi interior ese encantada se convirtió en aterrada. ¡Me iba a Valladolid a la primera presentación de mi libro! 
Kit de escritora con ganas de firmar
Lo confieso, soy terriblemente tímida, y si a eso unimos que no sé hablar en público, la combinación es para temblar. Pero para una madre orgullosa de su bebé (Azul, el poder de un nombre), eso son menudencias. Así que preparé mi maleta: la física con mi kit de escritora que firma, si es que alguien me quiere y la mental, con un esquema de los temas que comentaría en mi media hora de presentación. No estaba dispuesta a llevar ningún guión escrito, como si fuera un comentarista de las noticias; si no pudiera hablar de mí misma y de mi libro de manera natural, difícilmente podría hacer ver a nadie lo precioso que es mi bebé.

Las jornadas CyLCom se celebrarían entre el sábado 7 y domingo 8 de noviembre en el recinto Ferial de Valladolid. Mi charla, en el Rincón de nuevos talentos, sería el domingo a las 12.30h. El sábado me tocó madrugar, pues quería llegar pronto a Valladolid para pasear por las librerías, conocer a sus libreros y presentarme como una novel autora más y vieran que mi bebé era una auténtica preciosidad, qué se puede esperar que diga de él su madre. Mi sorpresa fue mayúscula al comprobar que en varias de estas increíbles librerías (Oletvm, Margen Libros, El sueño de Pepa...), no sólo ya conocían a mi bebé, sino que también lo tenían entre su fondo editorial, cuando yo de momento (el libro salió a la venta el 29 de octubre) sólo lo había visto por Madrid. Así que el paseo por las bonitas librerías de Valladolid me resultó un placer como librera, lectora y recién autora que soy.
En Oletvum (el corazón me dirige a la Comarca)


Por la tarde ya me dirigí a la CyLCom, para conocer a gente simpática como el autor Alejandro Barrero, que habría de acompañarme en mi presentación (pobre, la lata que le di con mis personajes cthulkugs), Dioni Arroyo Merino, uno de los grandes organizadores del evento, la atenta Mª José, librera de El sueño de Pepa o Cristina Bermejo (Dama de la noche), una joven autora-vampira también de Getafe.
En Margen Libros (muy cerquita de El marciano)

El domingo por la mañana, el gran día de mi debut como presentadora-autora, llegó sin que una parte de mí abandonara sus nervios y la otra se ocupara de mantener la calma necesaria. Jugaba en mi favor el hecho de presentir que nadie, o casi nadie, vendría a escucharme, pues a la misma hora tenía lugar una charla con autores consagrados y un tema más interesante para los visitantes de las jornadas. Tras asistir a la presentación de Paula de la Vera sobre su experiencia como escritora y la iniciativa "Yo leo fantasía en español", a la que pertenezco, tocó el turno de mi charla.
No os voy a mentir, había gente escuchándome, pero sólo seis personas. Aunque eran seis desconocidos para mí a los que tuve que hablar; mi primera presentación, la primera vez que hacía algo semejante. Masticas tu vergüenza, tu timidez y te lanzas a hablar, porque nadie mejor que tú para recomendarles que te lean entre los miles de libros que se publican, entre la mucha oferta de editoriales enormes con marketing machacón, que no es el caso de la mía, entre los muchos autores consagrados cuyos nombres ya conocen o les han aconsejado. Yo no soy nadie para esos oyentes, no conocen mi nombre, una autora novel, para más inri española y encima de género fantástico. NADIE. Pero para mi bebé libro (sin olvidar a mis dos hijos) lo soy todo, como él es todo para mí. TODO. Y tras la charla había firma de libros...
En plena presentación
Firmando feliz
Firmé tres ejemplares de mi público de seis asistentes, un 50 % por ciento de efectividad con la presentación (lástima que no me escucharan 100 personas). No debí de aburrirles tanto, más bien debí de interesarles por mis universos cuando decidieron comprar mi libro y aventurarse a leerme. En resumen, soy feliz, estoy más que encantada con esta primera experiencia como presentadora, confío en poder hacer más y mejores.
Les doy las gracias a estos mis primeros oyentes, y por supuesto a toda la maravillosa gente que organizó la CyLCom y dejó un huequito a una desconocida y humilde escritora como yo, y también, gracias a los buenos libreros de Valladolid, especialmente a Mª José por todo su apoyo pese a acabarme de conocer y pasar tan poco tiempo juntas.

¡Mi bebé es el más bonito del mundo!, que os quede claro.


En la CyLCom (gracias a la librería El sueño de Pepa)




Mis seis oyentes, mi presentador y yo 

Justicia auxiliar

miércoles, 4 de noviembre de 2015


Ficha bibliográfica:
Título: Justicia auxiliar


Autor: Ann Leckie

Editorial: Ediciones B

Precio: 20 euros



Sinopsis:


Breq, un enigmático personaje de formación militar, ha llegado hasta el remoto y frío planeta de Nilt en busca de un objetivo que persigue desde los últimos diecinueve años. Pero antes de alcanzar su meta, se encontrará con la inesperada presencia de Seivarden Vendaai,  una humana radchaai a la que creía muerta hace mil años y que conoció cuando Breq era la nave de guerra Justicia de Toren, con una inteligencia artificial que conectaba y controlada a miles de soldados del Imperio Radch.



Esta es la primera novela de Ann Leckie, autora norteamericana, hasta hace poco una auténtica desconocida. Gracias a su singular y atractiva trama, ha ganado los más importantes premios de ciencia-ficción: Hugo, Nebula, Arthur C.Clarke, Locus y BSFA. Confieso que semejante tarjeta de presentación me llamó la atención como devoradora que soy de ciencia-ficción. Pero no fue el rosario de premios lo que me empujó a lanzarme a su lectura, después de muchas experiencias nefastas, soy bastante escéptica en cuanto a los galardones literarios y el proceder al otorgarlos. No, los premios nunca me impulsan a leer nada. Sin embargo, en la sinopsis de la editorial se hablaba de un ardiente deseo de venganza que gobierna las acciones de Breq. Venganza, de este concepto me gusta hasta la sonoridad del vocablo en sí. Ya sé, debería ser más budista y confiar en que el karma lo arregle todo, pero me es imposible adorar toda historia cuyo eje sea una venganza, un resarcimiento o a veces una simple limpieza del honor injustamente manchado, por arcaico que esto pueda sonar. Teniendo esto en cuenta, se hace obvio que adore historias como El conde de Montecristo, Las cuatro plumas o, en otro orden de cosas, la crudeza del cuentito Vendetta de Guy de Maupassant. Sin olvidar la increíble novela gráfica de Alan Moore, "V de Vendetta". Venganza, es un sentimiento tan humano, que aunque no compartas, tiendes a entender. En Justicia auxiliar no sólo lo vas a entender, también vas a ser partícipe de él, como no podría ser de otra forma una vez que los hechos que motivan esta venganza queden expuestos. Aunque lo singular aquí, es que la que sufre esta sed de venganza no es una criatura humana, sino una inteligencia artificial encerrada en un cuerpo humano bajo el nombre falso de Breq de Gerentate.



La verdad es que después de leer numerosas historias sobre cómo una inteligencia artificial cobra conciencia de sí misma y actúa de una manera más humana que los propios hombres, me aburro bastante con este tipo de planteamiento. Pero, desde luego, no puedo decirlo de Justicia auxiliar. Y esto se debe, principalmente, a que la autora no se para a debatir sobre la naturaleza humana y cómo una máquina puede asimilarla, sino que la novela se centra en la acción, en desvelar la misteriosa historia del pasado de Breq, cuando era el crucero de batalla Justicia de Toren y se encargaba de atender a numerosos soldados humanos y auxiliares. Es importante que explique un poco qué es un auxiliar, puesto que el mismo título incluye este concepto de los mundos de Ann Leckie. Los auxiliares son cuerpos humanos procedentes de los enemigos prisioneros del Radch. Tales dejan de vivir como personas para renacer como soldados serviciales y apéndices de la gran inteligencia artificial de la nave en la que son asignados. Marionetas útiles sin mente individual, zombis sin capacidad de cuestionar las órdenes de sus superiores humanas y en última instancia del gran emperador o Lord del Radch. En este sentido, Breq no sólo fue la nave Justicia de Toren, también fue Esk Una, una auxiliar muy ligada a la teniente Awn a la que sirve, el personaje que motiva su deseo de venganza.

Uno de los aspectos a destacar de la novela, que quizás por ello pueda resultar confusa en su lectura inicial, es que los humanos del Radch no hacen distinción de sexo en su lenguaje, en su civilización todo responde, a la hora de designar, al género femenino. Un detalle curioso, que al principio puede parecer extraño, pero que según avanza la historia pasa a un segundo plano y carece de importancia saber si Breq, Awn, Seivarden... o cualquier otro personaje, es en realidad hombre o mujer, si bien hay pistas que indican qué es cada cual. Lo cierto es que yo me sentí cómoda con esta peculiaridad y con la sonoridad musical de los nombres radchaai.

A parte de la adictiva trama, Ann Leckie da forma a todo un imperio galáctico, el del Radch, de lo más coherente y llamativo, te deja con deseos de saber mucho más de su historia pasada, su estructura, sus costumbres, su religión... Para recrear el Radch, su autora ha tomado elementos de la Roma antigua, especialmente en lo que se refiere a su política expansión y posterior asimilación de los territorios conquistados. Los habitantes de planetas rendidos ante el poder militar del Radch pasarán, tras el tiempo de la anexión, a ser ciudadanos radchaais de pleno derecho. Por supuesto, dentro de las clases sociales radchaais hay estratos, entre las casas más antiguas y adineradas y el resto que tienden a servir (aceptar ser clientes, se denomina en la novela) a las primeras. Un paralelismo entre los patricios y los plebeyos de Roma, así como los conflictos que fueron en aumento según se expandía más esta civilización y la necesidad de encontrar el equilibrio de poderes.

La historia te atrapa desde el principio por todas estas características originales y por un ritmo parejo al de una buena película de western con elementos del género negro. Si bien es cierto que una vez que se pone de manifiesto el móvil de Breq, el final se antoja predecible, aunque no por ello deja de ser deseable. Es una de las pequeñas pegas que he de objetar a esta brillante novela, hubiera deseado un final más impactante, incluso más épico.


Personalmente he leído libros de ciencia-ficción que hubieran merecido tantos premios como esta novela y por desgracia no ha sido así, aunque he disfrutado mucho conociendo los mundos de Ann Leckie, no tengo claro si es merecedora de tantos galardones. Yo esperaba mucho más de su trama y sus personajes (si bien adoro la transformación de Seivarden). Me temo que esto es más culpa mía y de mis ideas preconcebidas, pues creía que Justicia auxiliar, se englobaba más en el subgénero de la space-opera, y era más cercana a las obras de mis adoradas y siempre geniales Lois McMaster Bujold y C.J. Cherryh. Aunque ahora que sé que está lejos de equipararse a los mundos de Vorkosigan y de Chanur, disfrutaré más la lectura de la segunda parte de esta trilogía del imperio Radch. Espero que la autora también nos desvele más datos del pasado humano de Breq, de los diecinueve años que transcurren hasta la culminación de su venganza, viviendo en mundos tan misteriosos como la Tétrada de Itran.


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